La psicología ha venido ganando terreno desde hace algunos años. He visto ese crecimiento exponencial en el mundo empresarial y esto se debe a que estamos en un proceso de reconstrucción que busca abarcar más aspectos y el psicológico es sumamente importante para el logro de los objetivos, por eso hoy les hablaré sobre la importancia de la inteligencia emocional en los negocios.
Durante mi trayectoria he visto que la inteligencia emocional del ser humano influyen tanto o más en su éxito que la capacidad intelectual que tenga. Partiendo de esta premisa, debemos considerar un estudio propio de las características que definen a la inteligencia emocional en los negocios para saber cuáles son esos aspectos a reforzar.
Un líder sabe comunicar, pero también escuchar. En mis años dentro del mundo empresarial, he tenido que aprender a leer entre líneas lo que mis colaboradores no me han dicho directamente. Esta astuta manera de gestionar la inteligencia emocional en los negocios hará que gane más terreno del que ya tenían en el ámbito profesional.
La empatía, la expresión y comprensión de los sentimientos propios y de los demás son rasgos de personalidad indispensables para la inteligencia emocional. Como cabecillas de la compañía, es nuestro deber buscar personas con estas características, así como también con experiencia de acuerdo con el cargo que está vacante para que las relaciones que surjan en la compañía mantengan el ambiente laboral positivo.
La capacidad de los empleados de poder sobrellevar la inteligencia emocional en los negocios es altamente valorada y va más allá de lo referente al ambiente laboral. Un empleado que mantiene una actitud positiva ante los retos y trabaja coordinadamente con el equipo asegura las condiciones de éxito de un proyecto. Esta actitud es aprendida, así que no hay excusas. Las capacitaciones constantes sobre el tema ayudan a que la inteligencia emocional en la empresa se desarrolle y los resultados mejoren.
Mi técnica para activar la inteligencia emocional en los negocios consiste en generar procesos de autoconocimiento en las personas para cambiar sentimientos, acciones y entender cuáles de nuestros valores necesitan ser reforzados. Por otra parte, los miembros del equipo deben aprender sobre el autocontrol y la necesidad de tener una actitud positiva, incluso en situaciones que pueden resultar molestas.
La asertividad nos permite expresar correctamente nuestros sentimientos, con base en lo que nos interesa y lo que necesitamos. Esto, aunado con la empatía y el análisis de la situación nos permite realizar nuestras propias valoraciones personales , abarcando aquello que nos causa alteraciones en nuestra personalidad para que lo cambiemos. Cuando modificamos nuestra actitud, el entorno se cambia también. Es su decisión en qué sentido moverá el manubrio.
