viernes, 16 de diciembre de 2016

Cómo calcular el capital inicial para emprender su propio negocio


Una de las principales limitantes con las que se enfrentan los soñadores es el dinero. Si bien es cierto que para emprender tu propio negocio necesitas de cierta cantidad de capital, si organizas los costos y manejas bien el flujo de caja, podrás mantener tu producto o servicio durante la etapa de arranque –que es la más complicada, monetariamente hablando- y mantenerla a través del tiempo.
La rentabilidad y el plan de negocios son indispensables para el éxito de una empresa y siempre irán de la mano. Para emprender tu propio negocio debes saber qué es lo que necesitas tener. Lo primero que debemos considerar es la materia prima. El enfoque debe estar en los materiales que utilizamos para fabricar nuestros productos o los que necesitamos para ofrecer el servicio.
El siguiente punto a considerar para emprender tu propio negocio es la cantidad de dinero que se invertirá en mano de obra directa e indirecta. En la directa se incluyen a todos los colaboradores que son indispensables para la fabricación de nuestro producto o el correcto funcionamiento del servicio que ofertamos. La indirecta corresponde a aquellos trabajadores ocasionales que nos prestan sus servicios para temas puntuales.

Inversiones a largo plazo

Con esto ya tenemos un esbozo de la cantidad de dinero que necesitas para emprender tu propio negocio, pero seguro muchos no se habrán dado cuenta de un detalle importante: Hay inversiones únicas o a largo plazo que también se hacen y dentro de esta categoría entran los implementos necesarios para preparar un producto (cintas, pega, hierro, implementos, entre otros) y, si es un servicio, aplica lo mismo (software, hosting, plataformas digitales, entre otros).
Si vas a comprar el local donde ofrecerás tus productos, entonces esta inversión aligerará los gastos fijos que implica un alquiler. Sin embargo, si no tienes capital suficiente para esto, el monto de la renta deberá incluirse en la lista de los pagos que debes liberar mensualmente.
Es importante, luego de clasificar los costos, colocarlos en dos columnas: costos fijos y costos variables. Esto nos aclarará mucho el panorama y nos permitirá establecer el costo de producción y, posteriormente, el margen de ganancia para luego determinar cuánto costará nuestro producto o servicio.
Como ves, emprender tu propio negocio no es una tarea sencilla, pero tampoco imposible. Con organización, una hoja de Excel, presupuesto y una calculadora podremos lograr hacer una realidad esa gran idea que tiene tiempo madurando en nuestra mente.

Fuente: luiskafie.com